¿Por qué los Arquitectos no hablan de Can Vies?

Sinceramente, no conocía el Centro Can Vies y sus actividades. No conocía a sus integrantes ni los conozco hoy. Lamentablemente como muchos, lo he conocido cuando comenzó su derribo y previa desocupación. Hechos que, personalmente, considero que son lamentables no por tener un posicionamiento político afín, empatía de madre ó afiliación férrea a una lucha que puede ser digna y respetable contra un sistema, sea el que sea.

Considero que son lamentables por que juegan en contra de la ciudad, en contra de un modelo sostenible de edificación y progreso, pero a favor de Goliath; un Goliath particular de las ciudades Europeas con nombre de moda, representantes flojos y, sobretodo, profesionales que hacen ojos ciegos a cambio de la conveniencia de mantener, ahí donde está, su status quo de pseudo estrellas de rock acomodadas y apolíticas, alejadas del espacio común donde se lleva a cabo su praxis: la especulación.

¿Por qué nadie habla de Can Vies?

Desde círculos oficiales ó de representación oficial, poco se ha sabido. Círculos que montan exposiciones sobre diversos temas de la ciudad, sus formas y espontaneidad retratadas en nombres entre kitsch y llenos clichés: la pop-up city, la digital city, sustainable-city, paramethric-city, la no-se-qué-city, y hacen sendas clases teóricas para explayarse en explicar cómo la ciudad es ésto ó lo otro, participan en congresos y auspician estas conferencias que pueden llegar a ser más bizarras de lo que la realidad ofrece… Resulta que el caso de Can Vies ha dejado mudo y sin opinión a todos los comisarios. Tanto para bien como para mal, nadie cree que haya demasiada necesidad en tratar de entablar un proceso de regeneracion urbana, de que se consideren ciertos pasos de participación, de pronunciar una opinion, de buscar en archivos algun tipo de suceso parecido de urbanismo social, participativo y en comunidad que pueda ayudar a iluminar a las autoridades de hoy y a los mismos personajes que estan ocupados en la reconstrucción del centro y su gestión.

Nadie. 

De los Arquitectos más «trending» del area, los más afamados y reconocidos, tampoco hemos oído nada. ¿Siguen viviendo en su burbuja? ¿Siguen en su mundo aterciopelado de ojos ciegos e internos explotados como si no pasara nada, sin dar un solo paso firme por miedo a que eso les haga peligrar el próximo contrato? Por que, a ver quién puede llegar a ofenderse y a qué cliente le haremos enteder esto de la especulacion, el ladrillo, la sostenibilidad, mejor afiliarse en las entrevistas, publicaciones y libros a estos conceptos y no pasar de la predicación… Y los amigismos van primero, claro.

En lugar de hablar de una fuerza generadora y positiva que hace ciudad, que la moldea, que es participativa y de una comunidad concreta, que da servicios, nos ponen en sus perfiles de Facebook «shares» de Herzog&DeMeuron, proyectos de presupuestos orbitantes y acabados de aluminio, madera, yeso y pintura blanca, de estrambóticas secciones, de sus propios auspicios y emprendimientos, sus proyectos de obra nueva más alucinantes, de sus apadrinados, fotos de telarañas de un pasado siempre mejor, teórico e irrefutablemente obtuso. Hablar de muertos es fácil y yo muchas veces lo hago por que me apasiona estudiar la historia de las cosas, pero no lo es todo y sé distinguir qué es historia y qué es contemporáneo, y creo que ésa distinción es la labor de los arquitectos antes que muchas otras cosas.

Y quizás el caso de Can Vies no sea así como lo he descrito, puede ser, y en ese caso una denuncia o una propuesta de reorganización sería bienvenida lo mismo que lo otro, pero el silencio ó esas columnas de opinión en papel mojado, sin carisma, sin fuerza ni estima para el que lee, aburridas, y sin juicio alguno del que pueda extraerse un firme posicionamiento, articulos sobre nada realmente importante para una comunidad más que la de los arquitecto-ortodoxos, nada que no sean consideraciones plásticas subjetivas y hasta semánticas que solo buscan pescar un nuevo cliente chino o ruso, habremos dado un paso atrás.

Como he dicho al comenzar. Desconozco el Centro Can Vies, desconozco las actividades a las que se dedicaba y quienes eran o son sus integrantes y también estoy en contra de la violencia generada por ciertos grupos ó los calificativos de «guerra» a una reyerta que nada tiene que ver con estar atrincherado esquivando balas, pero la reacción vecinal y de la comunidad ha sido de una magnitud digna de prestar cierta atención y analizarlo; y se echan mucho en falta la opinión de aquellos y aquellas reconocidos profesionales que tanto consideramos como ejemplo los jóvenes.

 

Deja un comentario